La
esquizofrenia es una enfermedad mental que se caracteriza por un conjunto de
síntomas que afectan al funcionamiento psicológico de la persona y a su
contacto con la realidad. Aunque tiene una base biológica, las causas no
son totalmente conocidas.
Se trata de
una enfermedad crónica aunque esto no significa que haya un deterioro
progresivo o una evolución negativa. Es una enfermedad crónica como lo
son la diabetes o la hipertensión; trastornos que no cuentan por el momento con
posibilidades de curación, pero que, con el adecuado tratamiento y apoyo,
pueden permitir llevar una vida normalizada y autónoma.
Sintomatología
Los síntomas
de la esquizofrenia se dividen en dos grupos: positivos y negativos. Llamamos
positivos a los que, haciendo una comparación con alguien que no tiene
esquizofrenia, suponen un exceso de algo, y negativos a los que se manifiestan
en forma de carencia.
Es importante
recordar lo que en otras enfermedades se hace evidente: los síntomas pueden, en
mayor o menor medida, controlarse. A nadie se le ocurre pensar que una persona
con hipertensión esté todo el día por los suelos con ataques, ni que tenga que
estar sentada en casa sin moverse. Lógicamente, si fuma dos paquetes diarios,
bebe alcohol, no hace ejercicio… tendrá más posibilidades de estar mal. Si se
cuida podrá hacer una vida normal, con cuidados y limitaciones, pero normal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario